allí estaba fritz lang mirando a la mujer maquillada, el androide del film. decorado expresionista: atrás de la mujer plateada estaba el cuervo de poe. tú asomabas futurista, entre pliegues de instantáneas, buscándome, apuntando en tu libreta de notas un poema para la actriz del sombrero negro.
el ardor de una noche de ofrenda a los cuerpos unidos pintaba la sombra de fritz lang.
y yo te hablaba a ti que callabas cuando todos gritaban. ahora te hablo sin paletas de colores y te tomo la fotografía en sepia mientras fritz lang canturrea una sonata terriblemente triste antes de morir.
bah, es un resombreado que nadie mira, no hay voces al otro lado. la incomunicación es un imán que se pierde por las esquinas de la zona en negritud.
¿tan sólo importa el eco? el perfume no se siente en una hoja virtual: se imagina de la misma manera que esa sonata, el rostro en la penumbra, el girador mental.
yo tampoco entiendo nada silvestre amiga. soy incapaz de cumplir bien las reglas de la comunicación y las interferencias golpean las palabras, así que no me juzgues, no tengo compromisos, no me debo a nadie.
afuera, adentro: physica cotidiana. afuera hay un cuerpo de niño que mira, se mira, me mira.
*
vitrales. quería soñar con vitrales, con marlon brando, con las construcciones de gaudí, ver el espacio sideral, a los cuerpos revelados, el mar en sochi, la niebla celeste, un volcán erupcionando cuya lava se convirtiera en arena fina y limpia. quería soñar con calles plenas de chicos asombrados por la belleza en constante transformación.
todo se ha vuelto lejano. no sueño con nadie. los parias se ha ido y con ellos me fui. nadie toma la ciudad. la ciudad existe: es el puente. el gran bastión. soy un pedazo de la ciudad. ¿tú qué eres?
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el agua hierve, el vapor llega hasta aquí. bodegones vivos, pastillas de menta otra vez, el viejo emile, el móvil, el silencio, el frío, el teclado es lo único que se oye sonar unos momentos y los ruidos de la televisión que los vecinos escuchan, monetón, premios, sonrisas, y no hay recurrencia (puedes constatarlo una y otra vez), alguien silba. alguien se va.
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Y:
Escribo a cualquier hora del día, antes lo he dicho. Escribo porque si no es como si no hubiera acometido mi acto vital. En las madrugadas, al estar extenuada, el cansancio no me detiene. A veces publico y cometo un descuido: la recurrencia. Eso que sucede con las palabras y los gestos. Luego me doy cuenta.
Al releer el post pasado , no me gustó. Lo he cambiado (y lo titulé resombreado de fritz...). Así como cierro una ventana. Queda la zona, quedo yo. La comunicación que esbozé al crear la zona es como una lux intermitente. Prefiero dejarla en su intermitencia, lejos.
Queda el acto de escribir. Creo que volveré a la hoja de papel, para apuntar como apuntaba en la zona, si es de madrugada, con trazos, silabeos, como cuando una aprende a escribir. La zona no desparece. La zona es mi proyecto más querido, y lo digo aunque suene algo tremendista. Sigo escribiendo. O es que la hoja de papel virtual será la zona, más radicalmente.
Comprendo a Tazerk: ahora entiendo lo que antes no entendía. La necesidad de escribir sin que debas esperar comentarios. Lo cierto es que me río: siempre me han interesado los comentarios. Al otro lado del monitor, convierto la idea básica de las fronteras invisibles en territorios que se alternan en una retroalimentación que tiene misterio, y más que ello: una especie de centríguga fuerza que nos acerca.
A parte del hecho de saberme en la línea de las fronteras más distantes, lo virtual es mi campo. Seguiré escribiendo.
Extrañaré los comentarios que llegaban regularmente. No me coloco en el punto de la arrogancia, donde reniego de todo. Ni siquiera reniego de mis errores. Simplemente los veo como parte de lo que ayer fui. Y ya basta con el yo. Cola del demonio, reguero de sinrazones, lindezas y decepciones, rutas cruzadas, platónicas señales, la risa con su eco. Eso: el eco como un animal vivo. El eco musical.
Resonancias. Infinite. Infinite.
Deux, el cuerpo estalla cuando las palabras salen de su centro. El cuerpo/las palabras/ la distancia.