A ver: escribo con el lila cruzado con el negro y el blanco. De un tirón, con el impulso por delante. Porque sí.
Nadie me refunfuñará y le dirá al editor que luego de cerrar la ventana de comentarios , mutar nuevamente, vuelvo a abrir la ventana de los comentarios y que eso es escandaloso. Que me deben separar del bando de los comunicadores maduros, "serios", etc, etc. Esa escena girando en mi mente le da sabor a esta arremetida. Y una canción de los años de la postguerra en Perú.
P me contaba que en un tiempo en el que todos eran trágicos, vestían de negro a la manera de los darkies europeos, Los Mojarras sonreían y en medio de trabajos comunales, tocaban las guitarras eléctricas y cantaban. Luego vinieron los años de la incipiente reformulación de vida. Las calles de Lima se veían superpobladas de trabajadores ambulantes. Formas de sobrevivencia se radicalizaban para salir adelante en medio de la incertidumbre. La violencia extrema declinaba y la gente menos dotada de confort, se levantaba en medio de la borrasca que poco a poco se evaporaba.
*
Yo soy ecléctica en muchos puntales de mi existencia. Musicalmente puedo amar a Ramsteim como a Blur. A Regina Spektor como a Nina Hagen. Lo que no incluyo en mi imaginario es lo que no me gusta. Naturalmente eso no sorprende, mas hay cuestiones que se reiteran con una sonrisa. Nada por ejemplo con las baladiñas amorosas, las salsas de Jerry Rivera, los libros de Anne Rice, la comida chatarra con mayonesa (a veces sin mayonesa pasa), los colorines en la ropa, las películas de acción en su veta más pobre, la fanaticada religiosa, etc.
Triciclo Perú es una canción que me recuerda caminatas con botas mojadas por la lluvia en la invernal Lima. Una sensación de fuerza a prueba de proyectiles emocionales. La gestación de un amor loko sin lágrimas.
*
Mutar: en el proceso simbiótico una se levanta y cae. Cuando se vuelve a levantar opta por dejar a un lado la caparazón. Una es la que se refunfuña a sí misma: oye V, te mereces una carajeada con fanfarria y nada, o sí, te mereces una canción, una ventolera, un raye, un amorrr, una pátina roja, un graffiti, un abraxo.
Y ya.
Nadie me refunfuñará y le dirá al editor que luego de cerrar la ventana de comentarios , mutar nuevamente, vuelvo a abrir la ventana de los comentarios y que eso es escandaloso. Que me deben separar del bando de los comunicadores maduros, "serios", etc, etc. Esa escena girando en mi mente le da sabor a esta arremetida. Y una canción de los años de la postguerra en Perú.
P me contaba que en un tiempo en el que todos eran trágicos, vestían de negro a la manera de los darkies europeos, Los Mojarras sonreían y en medio de trabajos comunales, tocaban las guitarras eléctricas y cantaban. Luego vinieron los años de la incipiente reformulación de vida. Las calles de Lima se veían superpobladas de trabajadores ambulantes. Formas de sobrevivencia se radicalizaban para salir adelante en medio de la incertidumbre. La violencia extrema declinaba y la gente menos dotada de confort, se levantaba en medio de la borrasca que poco a poco se evaporaba.
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Yo soy ecléctica en muchos puntales de mi existencia. Musicalmente puedo amar a Ramsteim como a Blur. A Regina Spektor como a Nina Hagen. Lo que no incluyo en mi imaginario es lo que no me gusta. Naturalmente eso no sorprende, mas hay cuestiones que se reiteran con una sonrisa. Nada por ejemplo con las baladiñas amorosas, las salsas de Jerry Rivera, los libros de Anne Rice, la comida chatarra con mayonesa (a veces sin mayonesa pasa), los colorines en la ropa, las películas de acción en su veta más pobre, la fanaticada religiosa, etc.
Triciclo Perú es una canción que me recuerda caminatas con botas mojadas por la lluvia en la invernal Lima. Una sensación de fuerza a prueba de proyectiles emocionales. La gestación de un amor loko sin lágrimas.
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Mutar: en el proceso simbiótico una se levanta y cae. Cuando se vuelve a levantar opta por dejar a un lado la caparazón. Una es la que se refunfuña a sí misma: oye V, te mereces una carajeada con fanfarria y nada, o sí, te mereces una canción, una ventolera, un raye, un amorrr, una pátina roja, un graffiti, un abraxo.
Y ya.
Los Mojarras-Trici... |
8 comments:
Excepto el acercamiento al contumaz Fujimori, estos chicos tienen una historia de afectos grandísimos. Hablando de afectos, yo también me merezco esta ventana abierta.
=)
My dear, diría el baterista de mi banda preferida de garaje, como yo:
¡my dear!.
Rain, pero si eres la comunicadora más seria que conozco... ay, ¿para qué fingir la ausencia de júbilo a tan luminoso retorno? Lo del eclecticismo se nota en las letras, en esa k que irrumpe los adjetivos... hay que celebrar mientras dura.
Ciudadanos del futuro. Alguien nos imagina, a alguien le fantomizamos las horas. Seguro, segurisimo...
Me gusta Ramsteim, me gusta Rachmaninov, me gusta Moby, me gusta Cortázar y me gusta Bukowski.
También me gusta el nuevo diseño de tu blog (sé que va y viene, pero este me gusta, sencillo, claro, fácil de leer).
Tzarel, cuando Los Mojarras canatron en algunos mitines convocados por el ex-presidente, fue tenebroso. Fujimori se lanzaba a la presidencia con su populismo, su archidemagogia sonando a justas demandas, directrices, eso que le llaman esperanza...
Al pasar el tiempo, ellos se retractaron y todo cambió. Y claro, Triciclo Perú aparecería luego de aquello.
Oh, qué sonoridad de "my dear".
:)
Bonita.
*
¡Serísima!
(¿cómo es posible que me ría? pasé unos momentos de incertidumbre: si informaban que habría un Tsunami)
Grax Hamlet por la afectuosa expresión...
*
Edgar Quinet, es lo que me parece lo mejor de lo mejor: no quedarse anclado en una sola temática, ya sea en música, libros, como en otras áreas.
:)
Sí, creo que z q permanecerá con este diseño. Creo...
Chao.
Rain, cómo estan vos y tu hija? Espero que sí...
tdo bien espero
yo tb lo espero, de verdad.
Kururu, Edgar Quinet, estamos bien, todo indica que no habrá Tsunami.
Ah, quiero a la musa bebé como si fuera mi niña. Tengo un niño. A.
Gracias por estar al otro lado.
Petós (Se les llama así a los besos en catalán. Me gusta: petós y salutes).
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