Todo lo que escribiste ayer se perdió en tu noche inacabable. A la mierda, dijiste y tu mente se transformó en una bola giradora. Cuando se detenía te dabas cuenta que si revelabas algo de ti, era porque las necesidades del alma son muy primarias. Ahora el silencio es tu soundtrack para sacarte el monstruo que sueña en tu sueño lo que tal vez cuentes mañana.
2 comments:
Ciertamente el alma no sabe nada de objetividades. El deja vú estaba en otra parte, fuera de lo elemental.
La impura subjetividad, eso.
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