mi querida niña ponte el vestido rojo y toma la paleta de vainilla
así en posición de hada con lenguas de fuego en el juguete que llevas
te veo mientras me pego stickers de letras por cada saudade que tengo
yo, la alborotada de las manos congeladas sin nocturnos felices
con el cuerpo cantado en el poema que muta, como cuando preparo el pastel y pongo flores en la jarra opalina
como cuando entro a la ceremonia de lejos y tú duermes
o en la trasnoche con tareas de otra gente, chicas y chicos confundidos entre profesores y sexo
en los baños de las universidades, en tristes hotelillos de la ciudad, con braguetas sudadas y maquillajes corridos a la hora de encajar los cuerpos
mi pequeña niña , no sirvo para la ruleta rusa ni los juegos mecánicos, el vendaval de las ilusiones con perros guardianes
me como el tiempo intentando que el tiempo no me arrastre con su tsunami y su tórrida physica
tampoco sirvo para ser la mujer de nadie con su belleza melódica, un dulce despojo
y quizá por eso te extraño ahora que las bandas de muchachos fieros se han marchado de la ciudad
apenas quedan unos cuantos demonios solitarios escribiendo sin tregua
o no sé mi pequeña niña, porque estoy herida de muerte y me estrello contra los días,
mas al fin me uno a mi sombra, y al fondo, en la esquina de mi habitación, el tiempo desaparece
busco stickers para mi cuerpo, busco alguna música mientras en la mesa el pastel se enfría
el paraíso estaba en los juguetes contigo en el centro y tú te has ido
run run la canción de cuna en el aire
aletea cerca un demonio cansado y me duermo
8 comments:
¿Se me va aclarando u oscureciendo lo que pienso...?
Rain, sera difícil creer que pueda ser eso o lo otro. Lo único claro es que hay una búsqueda inagotable de vislumbramientos.
Este poema lo releo a la luz de mi propia saudade y escucho en la radio de zona quest a Regina Spektor.
"el paraíso estaba en los juguetes..."
es precioso eso.
Cristina
Un conejo rojo, una casita de metal y títeres, por ejemplo.
:) Hola Cristina.
y la muñeca negra...
hola rain :), :(
Una muñeca negra, hubiera querido una muñeca negra, la mía era gordita, con moño y ojos azules.
Pure poison, de verdad, Cristina.
la mía sigue sobreviviendo-me, negra, flaca, chascona.
besos
Cristina
A ve a Gokú y la imagen de la muñeca chascona llena el monitor.
Voy a escribir sobre ello.
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