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29/07/2007

el apetito yámbico

oh, bien. te entiendo y no te entiendo. por una parte se comprende que lo rebuscado es como naftalina en un ropero, caramelos confitados en exceso, maleza en la selva de las palabras. por otra parte, no me conformo con usar las palabras de siempre, las más conocidas para que nada parezca rebuscado. algo así como quedarme con el caleidoscopio suspendido en el instante de enfocarlo hacia un punto extraño, un punto en el cielo nublado.
toda esa cuestión de la escatología con anotaciones filosóficas me seduce y nótese que las seducciones me saturan, como los hechizos invocados por la desesperación de los que se sienten nada, microbios multiplicados, átomos perdidos, en fin, una expresión del desorden cósmico.
ahora me como el asado de pato con pétalos de rosas, receta de doña margarita.
ahora me olvido de ti, de tu silbido cuando los gatos rondan tu casa como si fueras un vampiro escondido y acechante.
y sueño con las palabras. el apetito yámbico, la floración de una erótika fresca mientras me pongo el piyama.

3 comments:

Minerva o Atenea said...

Así me siento muy seguido. Ya qué así es esta cosa rara de la vida, ¿no?

Hamletmaschine said...

Ay no... vi algo así como un cuerpo humano, el cuerpo que todos ven y que todos más o menos comparten, con sus interiores rosas y los amplios parabrisas donde se asoma la-otra-cosa. Pero como esas pelis de paranoia durante la Guerra Fría, me pareció que con los filtros correctos la visión se corrige, esto que vemos, tocamos y deseamos no es nada comparado con el pulpo etéreo que nos habita, hecho tan sólo de alientos y suspiros, vaporosos o metálicos a voluntad. Ése que extiende sus palpos a lo lejos y toca, envuelve, acaricia o tritura, no importa las distancias. Y su ojo vigilante, eternamente abierto, el más sofisticado del Reino...

Rain en ZQ. said...

Minerva o Atenea, aaah, caramba, si las sensaciones se perciben aquí y allá, cada quien con su sensibilidad y sus fantasmas.
Como coincidencias que por dentro, tienen otras sinuosidades. Algo así ¿sí? Salute.



*


Hamlet, ¿sabes? es como un anexo, un apéndice, una nota al pie de página, tu comentario. Así, este espacio ensancha sus miradas.

Aquel Reino, el propio, o el bosque...

Y aún más: las distancias a veces importan, mas en el mundo de los blogs son la condición de sus existencias. Y luego llega la cercanía.