A campo traviesa las palabras se alteran
como demonios sueltos buscando una dirección en el diafragma extendido
onírico el solitario que en la habitación roja reclina la cabeza sobre sus libros
el psicoanalista confundido en su litera ordena los diagnósticos
la mujer que quiso ser ángel murmura sus secretos
todo se complica
fagocitación de los predicados, úlcera del fonema
uno, dos, tres, en la atmósfera incolora
el académico busca los esquemas perfectos
la sinopsis del sueño vale nada
todo se complica
las palabras vuelan sin hilos dorados
quien las sujeta tiene su far west muerta
la octava maravilla, arquitectura que estalla en la hora xero
todo se complica
los amantes en un hotel perdido en la carretera
que lleva al país del coito no interruptus
(oh la monstruosa felicidad)
zumban las palabras que caóticos poetas escribirán
cuando la noche no tiene humo ni corona
todo se complica
en un anfiteatro el elegante público aplaude al músico vanguardista
John Cage ha muerto y Fontana Mix arde en nuestras cabezas
alguien captura un gesto en la atonalidad vibrante
y un obús destroza las puertas como en la segunda guerra mundial cuando los teatros explotaban
la gente prefería morir en una butaca mirando a una hermosa muchacha vestida con terciopelo rojo
no hay razones para explicar el desvarío dice el niño al matemático
y escribe sobre obuses y pianistas
todo se complica
como la muerte que apesta en los hospitales
en los corredores blancos y espectrales
en los últimos suspiros de un canceroso que aprieta las sábanas y no puede gritar para sentir que todavía está vivo
todo se complica o simplifica como en los best sellers o en las series de televisión, y el quebrantamiento de las almas se pierde en el llanto feliz de Miss Universo en la pasarela
un cadáver solitario en la morgue y el alma vaga en la cofia de la virginal novicia que se santigua
los niños ríen a contraluz
el pederasta los adora agitando su cámara fotográfica y su falo
ya no existen los daguerrotipos, el tul ni el florero para la escenografía
dixital el amor que muere
en una fiesta con reflectores, la divinidad es andrógina y brilla en un palacio neomoderno
o en las guerras cuando el soldado adolescente cae incendiado con los ojos abiertos
destrucción destrucción pensaba antes de irse
nunca más veré el amor de los días primaverales
toma tu granada y sálvate antes que anochezca
las palabras no nos salvan grita el dócil filibustero
las palabras sí nos salvan viejo crápula
todo se complica.
5 comments:
¿Quién eres? ¿qué te ha hecho ser como eres?
¡demuestras que los blogs valen!
Rain, las palabras valen, tus palabras valen.
Un saludo.
Peret, un apellido hermoso por el sonido en sí y por asociación con el poeta surrealista :)
es que tiendo a las asociaciones y para qué guardarme mi reacción.
Me hicieron y siguen haciendo los momentos más graves y los simples, como caminar por la costanera...
Sí. Decir quién soy...plaaaf, niet.
Salute.
*
Gracias, sólo sé que aquí quedan, Para ti valen, para mí... y son fugaces, y se pierden tal vez, como decía la máquina de hacer pájaros. En esta zona, las dejo.
Chao Nicho.
Todos esos mundoa que terminan, uno tras otro, simultáneamente. Si existe el horror vacui, ¿cómo se denominara a su contrario, al terror en la saturación? "Las palabras salvan", absolutamente... La sonrisa de caronte, en un rostro sin ojos.
Muchos saludos.
Es como una bipolaridad en las salidas:
las palabras nos salvan, sólo que a veces es necesario el silencio total...
Gran salute, Hamlet.
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