Me dolía de alguna manera, aún, hasta hace poco no concitar el interés de bitácoras significativas para mí. Era una de esas obsesiones que se te van poco a poco, después de una larga cura inconsciente y consciente.
Sí, lo sé. La blogósfera tiene miles y miles de blogs. Sólo que cada uno apunta hacia dónde cree están sus afinidades.
Sí, lo sé. La blogósfera tiene miles y miles de blogs. Sólo que cada uno apunta hacia dónde cree están sus afinidades.
A veces esta percepción se queda en el plano del espejismo y sólo permancen las palabras.
Ahora me doy cuenta que toda quimera anhelada se come la vida. Pequeña o grande, se come lo que uno es y la verdad, la existencia con su fugacidad, no es para desperdiciarla.
Si puedo hablar de amistades en la blogósfera, miro a Ángeles, a Kika, a T(¿mi alter ego?), a Nicho, a Xtino y Montzé, los kurupis,a Ludovico, el lobo de Quito. Veo a Roberto Zucco enamorado y generoso viajando y escribiendo. Veo a Lukas, musical en la vida y las palabras, abismales o renaciendo. Y veo a Naxos, el guía y amigo. Creo que después todos somos conocidos que nos comunicamos con gotas de empatía que se van convirtiendo en un río caudaloso. Veo a Bardamu aunque no lo veo: con su franqueza indiscutible. Veo a Carlox con la guitarra y sus partituras. Atisbo a Tazerk escribiendo. Contemplo la imagen etérea de Azrael. Percibo los gestos de Debret Viana en la soledad de la escritura. En medio de conversaciones, rodeado de gente veo a Ernesto, el hombre de la Balada.
Veo al cananeo, lejano, sonriente, con su vida allá en Houston.
Ahora me doy cuenta que toda quimera anhelada se come la vida. Pequeña o grande, se come lo que uno es y la verdad, la existencia con su fugacidad, no es para desperdiciarla.
Si puedo hablar de amistades en la blogósfera, miro a Ángeles, a Kika, a T(¿mi alter ego?), a Nicho, a Xtino y Montzé, los kurupis,a Ludovico, el lobo de Quito. Veo a Roberto Zucco enamorado y generoso viajando y escribiendo. Veo a Lukas, musical en la vida y las palabras, abismales o renaciendo. Y veo a Naxos, el guía y amigo. Creo que después todos somos conocidos que nos comunicamos con gotas de empatía que se van convirtiendo en un río caudaloso. Veo a Bardamu aunque no lo veo: con su franqueza indiscutible. Veo a Carlox con la guitarra y sus partituras. Atisbo a Tazerk escribiendo. Contemplo la imagen etérea de Azrael. Percibo los gestos de Debret Viana en la soledad de la escritura. En medio de conversaciones, rodeado de gente veo a Ernesto, el hombre de la Balada.
Veo al cananeo, lejano, sonriente, con su vida allá en Houston.
Es imposible olvidar a la máquina de Hamlet.
Y nítidamente miro a Faxx. Mi amigo Faxx.
No podría decir: oye, los que son mis amigos virtuales son los mejores, ten la seguridad, y los otros niet. Los "otros", quienes no se aproximan a mí, no son los mejores, no son importantes. No, claro que no puedo afirmar eso, porque es totalmente burdo.
Sólo puedo afirmar que la gente a la que les concito cierta simpatía, son seres con los que he desarrollado cierta conexión, algo que se siente en el aire, como en una lluvia molecular que ilumina la atmósfera con colores cálidos aún en plena borrasca.
Suelo pensar en ellos, en ustedes. Están en mi mente de una u otra forma. En el imaginario personal, son cuerpos y almas con brillo y oscuridad propias.
¿No creen que estar en la mente de otro ser humano es lo más importante?
Estar en la mente, y atravesar el pecho, llegar a ese músculo que late y da vida, el corazón. El órgano de los sentimientos.
Joaquín está en mi mente. Faxx con su armadura y su humor, se aproximó a mí, hace más de un año en el curso de una experiencia bloguera que no he abandonado. Con el tiempo, Faxx llegó aquí, y en esta zona, donde radicalizo ciertas sensaciones y pensamientos, su entrada fue para mí un acontecimiento, algo que a él le haría reír. Creo que lo sabía.
La virtualidad de las bitácoras rebasa lo que uno pueda imaginar inicialmente. Es como la vida dentro de la vida, la metáfora de una matriuska rusa: una muñeca grande albergando otras muñecas. Cada muñeca es a su vez como una simbólica caja de pandora.
Los símbolos siempre están presentes, se desbordan , se alteran, permanecen móviles, expresando lo que somos, lo que nos da forma. La arquitectura sentimental con sus cimientos racionales.
Joaquín Fuentes leía cómics a profundidad. Era un lector definido de las historietas, del mundo animado y los imaginarios celtas. Quisiera escribir más sobre lo que era, mas no sé hasta qué punto, estaría elucubrando sobre su personalidad. Sólo puedo decir lo que sé. Sólo puedo cantar algo heavy para el muchacho de las fantasías guerreras.
Puedo verle manejando la moto, puedo verle corriendo por las calles de Buenos Aires, cuando llovía. Puedo verle en una cabina telefónica de esa ciudad, hablándome, mientras un eco intervenía y yo trastabillaba con las palabras.
La amistad es una explosión en la noche.
La amistad es también, cigarrillos consumidos, intercambio de comentarios, sonrisas a la distancia, gestos amables y gestos tristes. Gestos delirantes y gestos incomprensibles.
No me importa si soy irrelevante para muchos. Fui relevante para Faxx. De alguna manera lo fui.
Él es relevante para mí. Le dije adiós a su corporalidad, mas no me despido de su recuerdo. Los recuerdos son el legado que nos queda entre las contradicciones y los desvaríos, las penas y los arrebatadores sueños.
Porque somos sueños, huesos y más.
*
Voy a comerme la ciudad. A nuestra Lima, con su sonoridad y sus historias y en su exacto centro, la voz de Elvis, para ti, sobre la catedral y los parques, en los cafés y los balcones, entre la locura y el smog, rumiando el tiempo, caminando, saltando, y en zig zag, o en spirales, mirándote, como antes, como siempre, como ahora, mi amigo, viajero Faxx.
No podría decir: oye, los que son mis amigos virtuales son los mejores, ten la seguridad, y los otros niet. Los "otros", quienes no se aproximan a mí, no son los mejores, no son importantes. No, claro que no puedo afirmar eso, porque es totalmente burdo.
Sólo puedo afirmar que la gente a la que les concito cierta simpatía, son seres con los que he desarrollado cierta conexión, algo que se siente en el aire, como en una lluvia molecular que ilumina la atmósfera con colores cálidos aún en plena borrasca.
Suelo pensar en ellos, en ustedes. Están en mi mente de una u otra forma. En el imaginario personal, son cuerpos y almas con brillo y oscuridad propias.
¿No creen que estar en la mente de otro ser humano es lo más importante?
Estar en la mente, y atravesar el pecho, llegar a ese músculo que late y da vida, el corazón. El órgano de los sentimientos.
Joaquín está en mi mente. Faxx con su armadura y su humor, se aproximó a mí, hace más de un año en el curso de una experiencia bloguera que no he abandonado. Con el tiempo, Faxx llegó aquí, y en esta zona, donde radicalizo ciertas sensaciones y pensamientos, su entrada fue para mí un acontecimiento, algo que a él le haría reír. Creo que lo sabía.
La virtualidad de las bitácoras rebasa lo que uno pueda imaginar inicialmente. Es como la vida dentro de la vida, la metáfora de una matriuska rusa: una muñeca grande albergando otras muñecas. Cada muñeca es a su vez como una simbólica caja de pandora.
Los símbolos siempre están presentes, se desbordan , se alteran, permanecen móviles, expresando lo que somos, lo que nos da forma. La arquitectura sentimental con sus cimientos racionales.
Joaquín Fuentes leía cómics a profundidad. Era un lector definido de las historietas, del mundo animado y los imaginarios celtas. Quisiera escribir más sobre lo que era, mas no sé hasta qué punto, estaría elucubrando sobre su personalidad. Sólo puedo decir lo que sé. Sólo puedo cantar algo heavy para el muchacho de las fantasías guerreras.
Puedo verle manejando la moto, puedo verle corriendo por las calles de Buenos Aires, cuando llovía. Puedo verle en una cabina telefónica de esa ciudad, hablándome, mientras un eco intervenía y yo trastabillaba con las palabras.
La amistad es una explosión en la noche.
La amistad es también, cigarrillos consumidos, intercambio de comentarios, sonrisas a la distancia, gestos amables y gestos tristes. Gestos delirantes y gestos incomprensibles.
No me importa si soy irrelevante para muchos. Fui relevante para Faxx. De alguna manera lo fui.
Él es relevante para mí. Le dije adiós a su corporalidad, mas no me despido de su recuerdo. Los recuerdos son el legado que nos queda entre las contradicciones y los desvaríos, las penas y los arrebatadores sueños.
Porque somos sueños, huesos y más.
*
Voy a comerme la ciudad. A nuestra Lima, con su sonoridad y sus historias y en su exacto centro, la voz de Elvis, para ti, sobre la catedral y los parques, en los cafés y los balcones, entre la locura y el smog, rumiando el tiempo, caminando, saltando, y en zig zag, o en spirales, mirándote, como antes, como siempre, como ahora, mi amigo, viajero Faxx.
6 comments:
En el camino, los afectos crecen, Virginia. Se acercan a ti y tú a ellos. O viceversa. Los que se alejan de ti, debe ser por diferentes razones. Qué bueno que ya no te inquieta eso.
Una gran respuesta, observo,
convirtiendo a los conocidos en amigos a distancia.
Me gusta este mundo. Hay que cuidarlo.
Los que seguimos la saga de los blogs sabemos que Sir Faxx Von Raven te apreciaba de verdad.
Cuídate Rain.
Hola. Hace tiempo que no sabía de ti.
Quisiera decir algo, o quisiera decir mucho y en estos instantes, no sé cómo expresarme. Sólo te digo que Él, Faxx ya no está. Todo lo que escriba, no sé cómo llegará a él.
Sólo queda lo que se vivió: lo que le demostré, apenas lo que pude ser...
El egoísmo aparece, y uno necesita sacar de sí, lo que como decía en un post, copa lo que uno es. Así que como en un proceso aleatorio, todo se convierte en sensaciones, y el dolor se mitiga escribiendo.
Yo también tengo muy presente a todas mis relaciones blogueriles. Imagino que los siento misteriosos. Conozco sus ideas, pensamientos, pero no físicamente.
Ahora que lo pienso, éso es justamente lo que somos: nuestra mente. El problema es que no todos podemos expresarnos lo suficientemente bien mediante las letras. Al menos sé que yo nunca podré reflejarme bien.
Pero igual lo intento.
Porque lo has intentado y sigues intentándolo, aqui estamos Asrael.
Es difuso verse uno mismo, mas al fin, creo que en la interrelación, esa opacidad desdibujada toma una forma más clara.
Me provocaría extenderme. Lo haré en otro momento.
No conocí a Faxx, nunca lo leí, nunca me leyó.
Me impresionan tus textos, me impresiona lo que ha ocurrido, y llevo dos o tres días impactada... La blogosfera, los afectos de la blogosfera, un mundo otro, un mundo extraño, ajeno y propio, donde todo puede pasar. Un lugar donde emociononarse (ah para mí eso es lo primero, la emoción).
Faxx demasiada emoción, es triste.
No hablo más, te acompaño.
Un gran abrazo
Gracias, gracias, gracias Islabel.
Tanto que puede suceder, que no llega suceder, así que lo que queda es lo que se convierte en recuerdo. Y lo que persiste en existir en el imaginario propio.
Abraxo.
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